El papel del veterinario de Salud Pública es de especial relevancia en el control de la implantación de medidas preventivas para la COVID-19

Carlos Aranda y Arturo Linares son Veterinarios, agentes de Salud Publica del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano, han estado realizando estos últimos meses labores poco conocidas para la sociedad en relación con la pandemia Covid-19.

Normalmente se relaciona a la veterinaria con la clínica de animales…

Si, es cierto, pero en Andalucía una plantilla de más de 500 veterinarios ejercen su actividad en el ámbito de la Salud Publica dentro del Cuerpo Superior Facultativo de Instituciones Sanitarias, especialidad Veterinaria. En nuestro trabajo diario realizamos funciones en ámbitos como Protección de la Salud (Seguridad Alimentaria, Salud Ambiental y Zoonosis), Prevención y Promoción de la Salud (programas de formación y educación para la salud) e Investigación, así como las expresamente asignadas por la autoridad competente en materia de Salud Pública.

Tengo entendido que, durante la pandemia, algunos veterinarios de salud pública, han realizado determinadas actuaciones en residencias de mayores respecto al control de la Covid 19. ¿Qué papel habéis desempeñado y cuál ha sido vuestra labor?

La Dirección General de Salud Publica de la Junta de Andalucía, con la experiencia de lo sucedido en algunas residencias durante la primera ola de la pandemia, elaboró una ESTRATEGIA DE ACTUACIÓN EN RESIDENCIAS DE MAYORES para ayudarlas a implantar medidas de prevención y protección frente la COVID-19. Participamos personal de Distrito Sanitario y de la Delegación de Salud. Estas medidas iban encaminadas a evitar tanto la entrada del virus en estos centros, como la posible diseminación del mismo, con el consiguiente contagio entre los residentes y el personal socio sanitario que los atiende.

Como Veterinarios de Salud Pública, cuando realizamos inspecciones y auditorias a empresas alimentarias, revisamos los flujos del personal, del producto, de los residuos, para comprobar que no se producen contaminaciones cruzadas. También verificamos las medidas preventivas que se adoptan para evitar peligros en los alimentos y valoramos las sectorizaciones entre zonas de trabajo limpias y posiblemente contaminadas.

En base a la experiencia adquirida en dichas actuaciones, en junio de 2020, a los Agentes de Salud Pública se nos requirió, en una primera fase, una serie de actuaciones para ayudar a implantar las medidas de prevención y protección para evitar la entrada del virus en las residencias.

Posteriormente, mediante controles «in situ» en estos centros, comprobamos la correcta sectorización de la residencia tanto en zonas Covid, como en zonas de cuarentena preventiva y en sectores libres. Igualmente, evaluábamos los flujos de personal y de residuos contaminados, la gestión del servicio de comidas a sanos y enfermos, el control de la puesta y retirada correcta de los Equipos de Protección Individual (EPI´s) y la eficacia de los sistemas de desinfección implantados, de forma que se evitaran los contagios.

En nuestra formación al respecto nos ha sido muy útil los cursos online impartidos por la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada y otras entidades.

Actualmente, ¿se sigue realizando alguna labor en las residencias por parte los veterinarios de salud pública, para garantizar que esas medidas se siguen cumpliendo?

Por supuesto. A finales de noviembre de 2020, la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, lanzó un Programa de Control en Residencias de Mayores. El objetivo del mismo, era disminuir el impacto de la crisis provocada por la COVID-19 en dichas residencias, reduciendo las probabilidades de introducción del virus SARS-Cov-2 y en su caso limitar las cadenas de contagio. Para la implantación del mismo, entre los Agentes de Salud Pública se han asignado veterinarios del cuerpo de Instituciones Sanitarias que ya estaban en los Distritos Sanitarios, o se han contratado a nuevos veterinarios a partir de la bolsa. Su trabajo es verificar la implantación y consecución del objetivo de los Planes Específicos de Actuación de cada residencia, mediante controles periódicos, orientando hacia su mejora en aquellos aspectos que se estimen necesarios.

Cada sector profesional tiene su punto de vista sobre la Covid-19. ¿Qué visión tiene la profesión veterinaria ante esta pandemia?

Cada vez se hace más patente el concepto de ONE HEALTH, UNA SALUD.

El bienestar de la población se haya estrechamente condicionada a la salud medioambiental y animal.

En este caso, como todo parece indicar, un virus que procede de reservorios en animales que viven en espacios naturales degradados por la acción del hombre, afecta a la salud de las personas y condiciona la vida del planeta entero. No se puede tener una visión compartimentada de la Salud. Los veterinarios desarrollamos nuestras funciones en múltiples campos como la sanidad animal, salud ambiental, bienestar animal, higiene alimentaria y en la salud de las personas. Sólo la colaboración entre profesionales de distintas disciplinas científicas podrá suponer un verdadero dique de contención ante las pandemias que están por venir.

Después de desarrollar esa labor preventiva en las residencias, ¿con que aspectos de vuestro trabajo se quedan?

Ha sido difícil conocer la situación en que se encontraban las residencias ante la embestida del virus, las historias personales tanto de los residentes, sin poder ver a sus familiares en muchos meses, como del personal que los cuida y atiende.

Igualmente hemos podido ver todas las personas mayores que nos han dejado y visualizar de primera mano el brutal efecto de la enfermedad en estos centros.

Pero, sobre todo, ha sido muy reconfortante comprobar el gran esfuerzo que las residencias han hecho para cuidar a sus mayores y el agradecimiento que nos transmitían por no sentirse tan solos en esta lucha.

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